Empezar de nuevo, de cero, volver a nacer. Soñar con algo que alguna vez estuvo tan distante y ahora parece cercano.
Sentir que otro aire entrará en mis pulmones, otras calles recorrerán mis pies, otros rostros verán mis ojos.
Empezar a vivir otra vida, mirar otro cielo que es el mismo cielo al fin y al cabo, pero de otra perspectiva.
Quizás esa sea la cura al dolor que habita en mi alma, a la agonía que padezco cada noche tras no poder alcanzar el sueño,
víctima de tu traición que envenenó parte de mi ser. Pensamientos obscuros que me inundan y me llenan de ira,
no encuentro consuelo en tus besos prestados, en tus sueños soñados.
Volver a ser yo, volver a completarme como un rompecabezas que ha perdido cientos de piezas, derrumbar ese muro
impenetrable que me he creado para soportar mis pensamientos más enfermizos, tomar tu mano de nuevo y emprender
el camino hacia la nada, soñar despierto con que todo va a ser tal cual lo planifiqué en ese terreno tan impredecible
que es la vida. Creer, vivir, gritar, sentir que he adquirido felicidad y no pensar más en nada que no sea empezar de cero
y ser un pájaro libre que al fin ha alzado vuelo.
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